El biochar ha de ser conservado en un lugar seco, fresco y aireado, contenido en un envase que pueda cerrarse. Al tener una composición muy estable su vida útil es elevada y puede permanecer en tu lugar de almacenaje por muchísimos años sin perder su potencialidad. Es sin embargo importante evitar su exposición a altas temperaturas, y que por tanto, se mantenga alejado de grandes fuentes de calor o de ignición debido a su naturaleza inflamable. 

En caso de que su aplicación sea para descontaminar o como componente de un filtro de agua, es muy aconsejable que no se almacene a la intemperie ya que puede ser colonizado por microorganismos que interfieran con el objetivo buscado.