El biochar necesita ser activado para poder añadirse como enmienda a cualquier suelo agrícola y aprovechar todas sus potencialidades. Por eso, nosotros lo cargamos e inoculamos previamente para que pueda funcionar como regenerador de tu suelo sin tener que hacer nada más.
En el caso de que se pueda asegurar que no va a ser retirado por el aire o el agua, lo mejor es aplicarlo en superficie, siempre y cuando no vaya a tener una exposición directa al sol. El aumento de las temperaturas y los rayos ultravioleta pueden repercutir gravemente en las colonias de microorganismos y alterar la cadena trófica del suelo. Necesitamos contar con plantas de cobertura o hierba que pueda protegerlo, imitando el ciclo natural que experimentaría el suelo si no hubiera sobre él actuación humana ninguna. De otra manera, será mejor incorporarlo manualmente para que cale en capas más profundas.
El biochar crudo que usamos como materia prima no procede del aprovechamiento del residuo de otros procesos industriales. Lo obtenemos mediante una pirólisis diseñada específicamente para elaborar el mejor biochar posible, controlando los tiempos y la temperatura para conseguir un producto con diferentes granulometrías, que contiene una elevada porosidad y más de un 70% de carbono estable en su composición.
Activamos este biochar con microorganismos edáficos que cultivamos en nuestros tanques: bacterias, hongos, nemátodos, protozoos y microalgas. Añadimos también nutrientes específicos para que puedan alimentarse y reproducirse, aportando mayor biodiversidad al suelo y potenciando todo lo que pueden hacer por la restauración del ecosistema.
El biochar activado es un producto con larga durabilidad pero para conservar todas sus propiedades hay que almacenarlo en un lugar seco y fresco, alejado de la radiación directa del sol. Las altas temperaturas y los rayos ultravioleta afectan negativamente a las comunidades de microorganismos y reducen así la biodiversidad que aporta del biochar.
En caso de que el biochar se haya suministrado a granel, es importante mantener además un mínimo grado de humedad para asegurar que las condiciones son óptimas para la vida microbiana. En este caso es aconsejable además mantenerlo cubierto con elementos naturales (como paja, por ejemplo), ya que permiten más aireación que los plásticos y mantienen así alejadas a las comunidades anaeróbicas.
From 20,00 €